Metodología y evidencias para la determinación de los efectos indirectos, en términos de emisión de gases de efecto invernadero, del empleo de residuos y subproductos en la producción de bioenergía. Este es el largo título del estudio encargado por el Departamento de Energía y Cambio Climático y la Agencia de Combustibles Renovables, ambos radicados en el Reino Unido.
Una de las conclusiones más significativas del estudio es que "el empleo de residuos sólidos urbanos para producir biogás para el transporte reduciría las emisiones netas de carbono en un 193% en comparación con el gasóleo de origen fósil".