|   ENERGIAS  RENOVABLES   Euforia mundial por comprar energías renovablesLos expertos envían un aviso a navegantes: la conciencia  ecológica, el cambio climático, la escasez del petróleo y la creciente apuesta  de los gobiernos occidentales por las nuevas fuentes de energía han desatado una  euforia compradora sobre las acciones ligadas a la energía  renovable.   La euforia que se ha desatado por comprar renovables ha sido  provocada por "el parón que ha sufrido el sector inmobiliario", dice Ignasi  Carreras, profesor de ESADE, en España. Otro de los factores que ha provocado la  frenética compra de energías renovables ha sido la exigencia por parte de la  Unión Europea (UE) a contribuir al consumo de fuentes energéticas. En concreto,  la UE ha fijado el objetivo de que, en 2020, el 20% del consumo energético sea  suministrado por este tipo de energías. "Las renovables llegan con mucho  retraso", afirma Carreras. Sin embargo, "gracias a los grandes grupos que han  invertido, sobre todo los energéticos, de transporte o de la construcción, que  se han reposicionado para conseguir ser empresas sostenibles, han ayudado a  impulsar la actividad de este sector". En los años ochenta, era una cuestión de  "voluntad, pero se cuestionaba mucho su rentabilidad", recuerda  Carreras.   Para  Javier Carrillo, profesor del Instituto de Empresa, se ha producido la  combinación de dos circunstancias. Por un lado, la estructural: "Estamos en un  contexto regulado que favorece la generación de negocio en este sector. Europa  apuesta en energías renovables, y existe la necesidad de acometer inversiones  para llegar al objetivo marcado por la agenda europea. También tenemos muy claro  la dependencia energética: estamos en la fase de este sector emergente, donde  tiene más sentido que tenga más presencia pública y es necesario el apoyo  publico". Por otro lado, la coyuntural: "Da la sensación de que los inversores  buscan alternativas ante la crisis hipotecaria para diversificar sus carteras,  tanto a nivel participativo como a nivel de fondos de inversión. Hay un hambre  de rentabilidad que ha dejado de ser satisfecha por el destino prioritario, el  sector inmobiliario. También hay poca oferta, y la demanda presiona mucho sobre  una escasa oferta". En su opinión, la estructural durará mucho tiempo y la  coyuntural "dependerá más de la oferta, de si se estabiliza o no ese  hambre".   El  papel de otros países   A  mitad de noviembre, y con el precio del petróleo rondando los 100 dólares el  barril, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció que EEUU deberá  reducir su dependencia al petróleo extranjero utilizando la tecnología para  desarrollar fuentes alternativas de energía, como la gasolina de etanol  (elaborada con cereales) y combustibles de hidrógeno para motores no  contaminantes. Estas declaraciones dispararon las empresas de energía renovables  de las principales bolsas del mundo e, incluso, el llamamiento hizo eco en  España. "Aunque Estados Unidos dice no al Protocolo de Kioto, los estados  federales tienen una mayor voluntad ante el cambio climático. Lo que sucede en  España es que estamos muy concienciados con la causa", afirma Carreras. En  América Latina, en cambio, todavía no se sabe muy bien qué va a pasar. "Son  países que no tienen un rol en el Protocolo de Kioto", dice Carreras. El  contexto europeo está muy marcado por el compromiso de "luchar contra el cambio  climático y depender menos de los combustibles fósiles. A nivel global, en  Estados Unidos no es una cuestión de apoyo público", recuerda Carrillo. Para el  profesor del IE, no hay que perder de vista lo que sucederá en el contexto  asiático, "que está muy condicionado por China e India. China ya ha conseguido  el protagonismo de ser el país que se le atribuye más demanda energética, tanto  en emisiones como en demanda". En América Latina, "las circunstancias  geográficas de recursos de la zona les pone en una situación difícil, pero falta  volumen de actividad", afirma.   Sin  embargo, la presencia de energías alternativas en la bolsa española es  prácticamente nula (Abengoa, Sniace, Gamesa e Iberdrola), por lo que el parqué  madrileño no está viviendo la euforia que sacude al resto de las plazas  europeas, especialmente en Alemania, donde el Gobierno se ha marcado como  objetivo que las fuentes renovables suministren en un plazo de quince años el 20  por ciento de la energía del país. Sin embargo, los expertos coinciden en que no  estamos ante la llegada de burbuja en renovables como sucedió con las  tecnológicas en el año 2000. "Es un tema que está apuntado en la agenda mundial  de aquí hasta los próximos quince años", recuerda Carreras. Afirma, además, que  podríamos hablar de la llegada de una burbuja en renovables si "las inversiones  fuesen espectaculares y sin ningún tipo de rigor".   En  opinión de Carrillo, cuando hay un sector emergente, es la novedad. Siempre  existe el riesgo de que se cree una burbuja, dice, "pero para afirmar si habrá  una burbuja o no yo creo que todavía hay que esperar", aunque está casi seguro  de que no se va a producir ni a corto ni a medio plazo. Y añade: "Va a ser  difícil que se produzca una burbuja, porque este fuerte crecimiento está apoyado  por el sector público: hay objetivos a medio plazo que alcanzan en 2020 el  fomento de estas fuentes hasta el 20%". Carrillo pone el ejemplo de los  biocombustibles, "que generó una incertidumbre de posibles impactos en el  aprovisionamiento alimentario o en el precio al alza de los cereales, que ya  está empezando a castigar, como le ha pasado a Abengoa (energía solar y  biocarburantes)". La energía eólica "está muy por delante de las demás, y la  solar promete mucho", adelanta Carrillo. Al calor de esta política, las empresas  de nuevas energías han doblado su cotización en 2006. En la cabeza del índice  tecnológico de la Bolsa de Francfort figuran cuatro compañías solares: Q-Cells,  Conergy, Resol Solar y SolarWorld.   Recorrido  al alza   Algunos  analistas empiezan a advertir de las desmesuradas subidas del sector de las  renovables. Carrillo achaca la gran subida de las energías renovables en todas  las plazas mundiales porque "falta oferta y hay mucha demanda". Dice, además,  que se soportará bien "los incrementos y las correcciones, porque el recorrido  al alza ha sido muy elevado".   Las  que han demostrado un ejemplar comportamiento son las empresas energéticas con  divisiones de renovables que cotizan en el selectivo español Ibex 35. En un año,  Iberdrola (energía eólica) se ha revalorizado un 38%, Acciona (tercer jugador  mundial de energía eólica)  un 53% y Gamesa (principalmente  energía eólica y aerogeneradores) un 55%. Si observamos el comportamiento de  Solaria (energía solar), las rentabilidades son todavía más espectaculares, ya  que desde que saltó al parqué en junio se ha disparado un 130%. Por su parte, el  grupo de energías renovables Fersa ha conseguido elevarse un 200% en un año. Si  los pronósticos no fallan, el 13 de diciembre le tocará debutar a Iberdrola  Renovables, la mayor propietaria mundial de parques eólicos.   Pero,  ¿qué ofrece Iberdrola Renovables para que se califique como el mayor estreno  bursátil de la historia? En opinión de Carrillo, se trata de "una empresa del  sector que ya tenía experiencia, y tiene mucha voluntad de avanzar mucho más.  Esto, sumado al gran volumen, visten a Iberdrola Renovables así de atractiva  para debutar en bolsa". Por su tamaño, por su liquidez, por la magnitud de la  apuesta en el mercado, añade Carrillo, "Iberdrola Renovables va a hacer popular  la posibilidad de invertir en renovables. Pero, al mismo tiempo, es una empresa  que se vale de toda la proyección y recorrido que ya tiene. Apuesta en un  porcentaje muy elevado por las eólicas, y está en un mercado con mucha  estabilidad, tanto en términos de crecimiento como regulatorio. Al final, es una  empresa muy grande a nivel mundial en este tema".   Y  es que las energías renovables se han convertido en el sector de moda del año.  La única diferencia con el gran revuelo que se respiró con la burbuja de las  puntocom en el año 2000 es que las compañías dedicadas a las energías renovables  tienen un negocio que está dando sus frutos y que vienen respaldadas por la  concienciación social, además de haberse ganado el apoyo de los gobiernos a las  fuentes alternativas. Así, se han convertido en uno de los sectores industriales  con mayor potencial de crecimiento en todo el mundo, y los inversores se están  moviendo a gran velocidad para tomar posiciones, tanto dentro como fuera de la  bolsa. En España, el Plan de Energías Renovables establece que en 2010 se  alcance un 12%, aunque los expertos no ven viable que se llegue a tiempo. "Las  renovables son una apuesta pública. Es una cuestión de orden social y político.  Es una tecnología que está en esa primera fase de apoyo pleno por las  administraciones, a nivel nacional e internacional, y es una garantía de que hay  recorrido", afirma Carrillo. Al mismo tiempo, se da una paradoja: el riesgo.  "Como da la sensación de que tanto los apoyos europeos como los internacionales  de establecimiento de orden más restrictivo en términos de emisiones, no da la  sensación de que vaya a remitirlos", añade.    Futuro  halagüeño   Los  expertos observan un futuro muy prometedor, y están seguros de que las  perspectivas son muy halagüeñas. El sector se ha beneficiado de la crisis  hipotecaria que azotó Estados Unidos en verano. Además, con la desaceleración  del mercado inmobiliario los accionistas se han visto obligados a traspasar las  inversiones desde este sector al de las energías limpias. Haciendo gala del buen  comportamiento bursátil de las ya cotizadas, los analistas auguran un potencial  interesante para este sector y más con la inminente salida a Bolsa de Iberdrola  Renovables y de Eolia (energía eólica), que podrían desencadenar un rally  alcista en estas compañías. "Es un destino alternativo que atrae a aquellos  inversores que buscan nuevas posiciones más atractivas en la medida que tienen  que reducir el riesgo", afirma Carrillo. "Había un dinero que se tenía que  colocar en algún sitio. Así, los inversores han recolocado sus carteras porque  han visto que había rentabilidad para los próximos años si invertían en energías  renovables, sobre todo en la fotovoltaica y en la eólica", añade  Carreras.   Los  expertos hacen una advertencia: la inversión en energías renovables puede  ofrecer rentabilidades muy altas, pero los precios son caros. En cualquier caso,  es un buen momento para estas compañías para empezar a cotizar en bolsa.  Recuerdan que, las que ya lo hacen, han demostrado un buen comportamiento  durante las correcciones bursátiles de este año, y la opinión más compartida es  que, a corto plazo, tienen una gran capacidad para generar beneficios. "Es un  fantástico momento para invertir", anima Carreras.   Lo  que suceda o no con las energías renovables dependerá "de la propia evolución de  la madurez de las renovables", dice Carrillo. A medio y largo plazo, "la propia  evolución, la mayor eficiencia y los menores costes en la generación de  megavatios debería llevar a que fueran siendo capaces de independizarse y  ofrezcan rentabilidades más independientes, más autónomas, más transparentes,  más dependientes del propio negocio y no por una cuestión política o social",  continúa.   El  sector de moda del año   En  la medida en que se vean estos recorridos de gananciales, "algunos inversores y  algunas instituciones sugieren que es el momento de recoger beneficios", dice  Carrillo. Pero advierte de que estamos aprendiendo sobre la marcha. "Yo  recomendaría a los inversores que no incluyan a todas las compañías en el mismo  saco, porque cada una es diferente. No todas están posicionadas en la misma  medida, y hay que intentar en este plazo aprender a minimizar los riesgos y no  confundir, porque todos no van a recoger los mismos beneficios". Dice que quizá  es pronto todavía, pero advierte de que se tenga prudencia porque no todos son  iguales. "Pero, en conjunto, el sector es una oportunidad clara".   Para  Carrillo, para que esta inversión en energías renovables sea sostenible a largo  plazo, sería necesario "que se traslade la rentabilidad de estos inversores  desde el argumento de la ayuda pública a la propia competitividad. Todo indica  que cuando van madurando van alcanzando mayor nivel de eficiencia, y en el  momento en que las energías renovables maduren, hablaremos de una situación más  sostenible", concluye. |