|
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
CONSULTAJURIDICACHILE.BLOGSPOT.COM
TELEFONO: CEL. 76850061
RENATO SANCHEZ 3586 SANTIAGO,CHILE
RODRIGO GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, DIRIGE ESTE BLOG, Vamos a estudiar el marco normativo de los biocombustibles en el Derecho comparado. Para lograr interés nacional e internacional habrá de crearse una normativa para promover la investigación, generación y uso de biocombustibles , evidentemente un plan de competitividad para el bio-combustible El calentamiento global es un tema para estudiar a fondo. SOLICITA NUESTRAS CHARLAS, CURSOS, CONFERENCIAS TELEF. CEL. 093934521 SANTIAGO CHILE
|
|
|
| |||||||
Chester James Law | |||||||
El autor es Ingeniero Agrónomo | |||||||
Tan sólo hace menos de dos años atrás cualquier país tercermundista hubiera dado un ojo de la cara (algo de gran valor) para que cualquier errática y no planificada actividad de exploraciones petrolíferas dieran positivo, para lograr la independencia de las importaciones y reducir la factura abultada que corresponde a petróleo y sus derivados. En la actualidad ese concepto tiene solución o alternativa, ya que los países tienen a su disposición la novedosa y económica opción tecnológica de poder sustituir parte de las importaciones del petróleo y sus derivados con producción propia de combustibles derivados de la tecnología de los biocombustibles (algunos también lo llaman agrocombustibles. Los biocombustibles de mayor uso industrial son el etanol y el biodiesel. El etanol se produce mediante el proceso de la fermentación de materias de origen vegetal y a la vez algunas de estas materias forman parte de la dieta humana, como: azúcar de caña, maíz, yuca, etc. También se puede usar otros no comestibles para producir etanol, como: madera, malezas, residuos orgánicos, etc. El biodiesel se produce mediante un proceso químico sencillo, en el que el aceite o grasas originados de plantas y animales son tratados químicamente para producir diesel. Estos aceites alimenticios son originados algunos de: soya, maní, ajonjolí, algodón, girasol, palma africana, coco, etc. También pueden originarse los aceites y grasas de productos no comestibles (tempate) y desechos orgánicos originados de la grasa animal como cebo de res, grasa de pescado tilapia, etc. EE.UU., Brasil y otros países están volcando enormes esfuerzos tecnológicos y económicos para apaciguar la adicción al petróleo. EE.UU. lo producirá a partir de su excedente de maíz exportable y Brasil a partir de sus extensas plantaciones de caña de azúcar. Creo que esos países van por la vía correcta, están produciendo materias primas para satisfacer una necesidad primaria de sus grandes industrias de automotores. En Nicaragua el asunto toma un giro de 180 grados. No somos autosuficientes en muchos rubros, el ciclo pasado importamos 200 mil toneladas de aceites comestibles originados de girasol y palma africana, también importamos 100 mil toneladas de maíz amarillo, originario de EE.UU., pero también exportamos volúmenes considerables de azúcar. Para incentivar a las inversiones de las futuras industrias productoras de biocombustibles se deben crear leyes adecuadas a las condiciones reales y futuras del país, que los legisladores tienen que formular con mucha sapiencia y cordura, sin matices politiqueros. Se debe legislar de tal forma que la producción de biocombustibles no afecte los productos alimenticios. Un buen gobierno no debería jamás permitir que los aceites alimenticios originarios de palma africana, ajonjolí, maní, coco, etc. sean destinados a la producción de biodiesel mientras haya demanda nacional insatisfecha y dependencia de las importaciones. Tampoco se debería permitir que el maíz y otros similares alimenticios sean utilizados para la producción de etanol. Mientras no haya excedentes (verificables) para consumo humano no se debe jugar con el hambre del pueblo, pensar en la seguridad alimentaria primero. Ejemplos de algunos países emproblemados, México tiene problemas de desabastecimiento de tortillas fabricadas con harina de maíz, Honduras prohibió la exportación de maíz y muchos otros ejemplos más le siguen. La producción masiva de bioetanoles podrían originarse de etanol celulósico partiendo de la madera, recurso que aún tenemos en abundancia en las regiones RAAN y RAAS y se puede fomentar su cultivo. Las investigaciones indicarán cual variedad de madera es la más recomendable económicamente. Indudablemente que todo esto conduce a que para el ciclo agrícola que se avecina, los agricultores nicas deben incrementar las áreas de siembra de maíz y sorgo, para satisfacer la demanda nacional y quizás centroamericana, podría significar también el inicio de un ciclo de vacas gordas para los sufridos productores. |
¿Estamos en presencia de un modelo beneficioso para el país y la región? Hay un pensamiento disidente que impugna la estrategia
En Argentina Grupo de Reflexión Rural (GRR) viene alertando sobre los efectos de esta fiebre por los biocombustibles.
Jorge E. Rulli y Stella Semino, miembros de esa agrupación, han sistematizado este rechazo en varios artículos. Según ellos, se trata de una vuelta de tuerca al
modelo colonial de primarización de la economía, con eje en la agro exportación de commodities y la depredación de los recursos.
Es la profundización -alertan- de un modelo rural atado a los intereses de los agro-negocios globales, que ya ha hecho de la Argentina una republiqueta sojera, en beneficio de corporaciones trasnacionales dedicadas a la producción y comercio de semillas transgénicas.
Hoy, recuerdan, el país ha comprometido sus tierras fértiles con el monocultivo, orientado a producir forraje para alimentar ganado de corral y pollos de criadero en los países ricos. Pero a eso hay que sumarle ahora producciones masivas de biodiesel y etanol para mezclar con las gasolinas en Europa y Estados Unidos.
El negocio de los biocombustibles, con el principal objetivo de exportar a los países ricos, exacerbará la puja por la tierra (bioenergía versus producción de bienes agropecuarios), lo que hará elevar el precio de los alimentos en la Argentina y en el mundo, vaticinan.
La conversión de tierras utilizadas hasta ahora para la producción de forrajes o para producir alimentos, y de ahora en más, para complejos agroenergéticos, pondrían poner en riesgo indudable el derecho soberano de nuestro pueblo a una alimentación saludable, dicen los autores.
Esto ocurrirá en un país que no ha doblegado la lacra del hambre. En efecto, las estadísticas indican que hay en nuestro país 260.000 menores de 5 años que padecen desnutrición. Es decir, por cada 153 argentinos hay un niño desnutrido. Eso según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, realizada en diciembre.
La soja no es un mero cultivo, la soja es un sistema, la soja es el sistema general que condiciona cualquier política, repiten los miembros del Grupo de Reflexión Rural, al explicar las características del modelo agrario en curso.
Y añaden: Tanto la seguridad como la soberanía alimentaria de los pueblos desaparecen en los marcos de una realidad catastrófica y en medio de la insumo-dependencia, el desarraigo rural y el despoblamiento del campo, el hambre, la indigencia y los colapsos ambientales.
Este modelo no sólo es insostenible y amenaza gravemente a los agrosistemas y a la diversidad biológica, también expulsa población del campo a la ciudad, liquida las economías regionales y rechaza toda aplicación de las ciencias agronómicas en exclusivo beneficio del uso de agrotóxicos y de biotecnologías, denuncian Rulli y Semino.
Por otro lado, los biocombustibles han ganado fama, incluso entre grupos ambientalistas, como energías renovables que son libres de carbono, por lo que no producirían gases con efecto invernadero.
Sin embargo, la doctora Mae-Wan Ho, profesora de biología de la Open University y consejera sobre biotecnología de la ingeniería genética y seguridad biológica, asegura que eso es un mito.
Hay estimaciones realistas -replica- que muestran que generar energía a partir de cultivos requiere más energía fósil que la energía que producen, y que no reducen sustancialmente las emisiones de gases con efecto invernadero, cuando se incluyen todos los factores en los cálculos. Más aún, causan daños a los suelos y al medio ambiente.
Al respecto, Semino también discute los efectos supuestamente benignos que tendría por ejemplo el uso del biodiesel, en términos de menos emisión de dióxido de carbono.
Según su análisis, el balance ambiental positivo que se pregona en Argentina no contabiliza los gases producidos por: el cambio en el uso de la tierra; los incendios de montes y bosques con el fin de extender la plantación de soja; la fertilización nitrogenada que ha comenzado en los últimos años para mejorar el rendimiento de la soja; los 15 millones de hectáreas de residuos que quedan después de la cosecha.
Lo que no debemos permitir -refiere, por tanto- es que vastas extensiones de tierra sean dedicadas a la agro energía, de la misma forma que desde ya hace varios años nos oponemos a que los campos se dediquen a abastecer a los mercados internacionales con la producción de forraje y demás commodities.
Vistas estas objeciones, una pregunta final se impone: quienes impulsan la agro energía como sustituto de los combustibles fósiles, para seguir cebando el actual consumo mundial, ¿habrán evaluado los riesgos de colocar la agricultura no ya al servicio de la producción de alimentos sino también de combustibles?.
Fuentes: BiodiversidadLa, Grupo de Reflexión Rural.
Epuron pone en marcha una de las mayores plantas de bioetanol en Alemania
Epuron llega a un acuerdo con otras dos empresas en lo que se ha calificado como una "pionera estrategia de colaboración"
Epuron, empresa subsidiaria de Conergy AG, se ha unido a las empresas Agravis Raiffeisen AG y Man Ferrostaal en la construcción de una de las mayores plantas de bioetanol en suelo germano, que tendrá una capacidad de producción de 200.000 m³. La planta estará localizada en Buelstringen, en Sajonia. Las tres compañías han firmado un acuerdo de cooperación por el que se han comprometido a que la construcción de la planta comience este año. Esperan que la primera producción de bioetanol esté en el primer semestre de 2009. La inversión para el desarrollo y construcción de esta gran planta superará los 130 millones de Euros. Gracias a la gran expansión del mercado de bioetanol, las condiciones económicas del proyecto no pueden ser más favorables.
"Todas las compañías implicadas en este acuerdo son líderes en su campo respectivo, y sumarán sus esfuerzos para hacer competitiva la planta. Está claro que hemos creado un modelo único en el mercado que asegura un éxito futuro, ha manifestado Nikolaus Krane, Miembro de la Dirección en Conergy AG y responsable de los proyectos de bioenergía de Epuron.
Gran demanda de Bioetanol
Con la creación de esta planta, las compañías accederán al mercado del bioetanol, que está creciendo con fuerza en todo el mundo. La Comisión Europea, por ejemplo, está planeando que para el 2020 el 10% de los carburantes consumidos sean bioetanol. En el caso alemán, la ley de cuotas para biocarburantes obliga a la industria de carburantes minerales añadir bioetanol a los derivados del petróleo que llegan al consumidor final. La capacidad de la planta de Buelstringen podrá suministrar una cuarta parte de los aditivos requeridos en Alemania en 2008. Por otra parte se espera que se incremente las necesidades de E85, que contiene un 85% de bioetanol y sólo un 15% de derivados del petróleo. La planta sacará rendimiento de la creciente demanda de las refinerías, de los importadores de petróleo y de los medianos intermediarios de derivados del petróleo, ya que todos ellos necesitarán biocarburantes.
Chávez contra el etanol | ||||||
El biocombustible se ha convertido en un nuevo frente de batalla para el presidente venezolano, aunque hasta hace poco alababa su uso. Que el presidente de un país cuyos principales ingresos dependen de la exportación de petróleo y sus derivados esté en contra del desarrollo de energías alternativas no sorprende. Se trata de cuidar el negocio. Pero las críticas que recientemente empezó a hacer el presidente venezolano Hugo Chávez a los biocombustibles son "éticas" y "ecológicas" porque asegura que "las tierras deben emplearse para producir alimentos y no combustible". "Producir alimentos, pero no para la gente, sino para los vehículos de los ricos. ¡Es como para pensarlo!", aseguró esta semana durante una visita a Jamaica. Chávez agregó que la energía que "nosotros necesitamos para nuestro desarrollo la tenemos: el petróleo, el gas y sus derivados" y dijo que hablará sobre el tema con su colega brasileño, Luiz Inacio "Lula" Da Silva. Después de EE.UU., Brasil es el segundo productor mundial de etanol y más de la mitad de su flota vehicular tiene motores flexibles que permiten usarlo en combinación con gasolina. Además, Brasil tiene convenios con Venezuela para la producción de etanol, por lo que las críticas de Chávez han sorprendido a más de un analista del negocio energético. "Etanol, Etasí"
El diario vespertino caraqueño Tal Cual, de tendencia opositora, titulaba su editorial del martes "Etanol, etasí", haciendo un burlón juego de palabras para referirse aparente cambio de opinión en Venezuela. En julio de 2005 el ministro de Energía y Petróleo y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Rafael Ramírez, informó sobre el llamado "Proyecto Etanol" para la producción de ese biocombustible. Catorce centrales azucareros; 300.000 hectáreas de caña de azúcar y otros cultivos y empleo para hasta un millón de personas, eran las cifras iniciales del proyecto. Incluso los planificadores tenían una frase promocional en la mente: "Vuelve al campo con etanol", según dice la nota de prensa de PDVSA de aquella ocasión. "Gasolinas ecológicas con base en etanol proveniente de la caña de azúcar es el primer proyecto agro-energético adelantado en el país y sólo es posible ahora cuando contamos con la nueva PDVSA", aseguraba entonces el ministro Ramírez. "Hoy más que nunca, con la utilización de etanol -expresaba- se reafirma el compromiso de la nueva PDVSA de saldar la 'deuda ecológica' como condición indispensable para mejorar la calidad de vida de los venezolanos". Etanol de Venezuela
Mientras esos planes se concretaban, en agosto de 2006 PDVSA firmó con Petrobras un contrato de suministro "a largo plazo" de etanol, dentro de la "alianza estratégica" Brasil-Venezuela sellada en Caracas en febrero de 2005 durante la visita del presidente Da Silva. En aquel encuentro el presidente Chávez dijo a Da Silva que "nosotros necesitamos 30.000 barriles diarios de etanol". Apenas en febrero pasado, al término de la Comisión Mixta Intergubernamental Cuba-Venezuela fue firmado un acuerdo para construir 11 plantas de destilado de etanol en territorio venezolano. Ahora el presidente Chávez asegura que quienes llenan su tanque con etanol son "inmorales". ¿Por qué el cambio? Hasta la tarde del miércoles, BBC Mundo no había podido obtener una respuesta en PDVSA o la oficina de Petrobras en Caracas sobre si este aparente cambio de opinión del presidente Chávez implicará una alteración en todos estos planes. Algunos aseguran que la postura de Chávez es una reacción al acercamiento que a través del etanol tienen EE.UU. y Brasil, plasmado en la reciente visita del presidente estadounidense, George W. Bush.
Otros creen que el miedo a perder mercados a manos de combustibles alternativos es lo que motiva las críticas venezolanas. Mientras que también están los que creen que lo del desarrollo del etanol son sólo "noticias que venden". "Yo lo tomo con mucha cautela", dijo a BBC Mundo, el experto petrolero venezolano Mazhar Al Shereidah en referencia al futuro de los biocombustibles "He visto algunos entusiasmos que no se traducen en hechos tangibles", dijo recordando que en los años 70, EE.UU. importaba el 25% del petróleo que consumía, y que siete lustros después los estadounidense importan más de la mitad de lo que consumen. |
| |||||||||||||||
| |||||||||||||||
(Publicado : 19/3/2007, 5:0 horas) | |||||||||||||||
|