Así lo explicó hoy el estadístico danés Bjorn Lomborg
El cumplimiento exhaustivo del Protocolo de Kioto sólo salvaría un oso polar al año, según el experto Bjorn Lomborg
14/02/2008 - 11:39
EP
Aunque se consiguiera cumplir el Protocolo de Kioto de forma exhaustiva en el año 2012 (reducción de un 5 por ciento de las emisiones de CO2 en los países desarrollados), su resultado sería equivalente a salvar un oso polar al año, o lo que es lo mismo, sólo retrasaría 5 años la crisis producida por el cambio climático. Así lo explicó hoy el estadístico danés Bjorn Lomborg, que presenta en Madrid su nuevo libro 'En Frío. La guía del ecologista escéptico para el cambio climático'.
Lomborg, conocido por su anterior publicación 'El Ecologista escéptico', defiende que la política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es extremadamente cara y tiene unos resultados mínimos. "El Protocolo de Kioto cuesta más de 123.000 millones de euros al año y tendrá unos resultados sorprendentemente modestos. Se defiende una política de reducción de emisiones porque nos hace sentirnos bien", dijo en una entrevista concedida a Europa Press.
Igualmente, criticó el nuevo paquete energético de la UE, que plantea una reducción de emisiones del 20 por ciento para el año 2020 y tendrá un coste de 60.000 millones de euros al año.
"El cambio climático es una realidad, pero su solución no se puede alcanzar en 10 años, es un problema de 100 años. Hay una ola de pánico en torno a este asunto --dijo--. Los osos polares, por ejemplo, son un icono clave para medir sus consecuencias y, contrariamente a lo que parece, su población se ha multiplicado por cuatro desde los años 60. Kioto sólo salvaría un oso al año, pero 300 o 400 mueren anualmente por la caza. Atajemos antes este problema y salvaremos muchos más osos".
SOLUCIONES "MÁS INTELIGENTES Y BARATAS"
Al igual que con los osos, este experto, al que la revista 'TIME' nombró como una de las 100 personas más influyentes del mundo, opone soluciones "más inteligentes", "baratas", "eficaces y rápidas" a los grandes males del mundo.
Así, asegura que con unos 33.000 millones de euros al año, detraídos de lo que ahora se utiliza para luchar contra el cambio climático, se podrían: salvar 49 osos al año, mejorar las muertes por temperatura, reducir los daños por inundaciones, reducir un 250 por ciento los efectos de los huracanes, ahorrar 28.000 millones de infecciones por Malaria, rebajar en 1.000 millones el número de pobres en el mundo, aliviar el estrés hídrico, atajar el hambre para 229 millones de personas, evitar 1.000 millones de desnutridos, salvar la vida a 3,5 millones de enfermos de VIH/SIDA y proporcionar acceso al agua potable a 3.000 millones de personas.
Mientras tanto, defiende una nueva estrategia para mitigar el cambio climático: abaratar las tecnologías menos intensivas en carbono. "Quizá tenemos la tecnología, pero aún es demasiado cara", dijo al tiempo que puso como ejemplo que sólo los ricos pueden acceder a energía basada en paneles solares (10 veces más cara que la convencional).
0,05% DEL PIB MUNDIAL A I+D.
Para ello, propone que cada país dedique anualmente un 0,05 por ciento del PIB a Investigación y Desarrollo en este campo. "Este compromiso, que debería ser el que se alcanzara tras la era Kioto, puede medirse inmediatamente; cada año, en los presupuestos de cada estado, en lugar de tener que esperar a 2020 a ver si hemos cumplido con el objetivo de reducir un 20 por ciento las emisiones", añadió.
En definitiva, defiende que gastarse una fracción de lo que costaría Kioto en I+D de soluciones ambientales viables, combustibles alternativos, vehículos de energía limpia, generaría unos beneficios en la lucha contra este fenómeno mucho más altos.
Esta iniciativa es, en su opinión, "más fácil, mejor y más inteligente" y permitiría unir a los países emergentes, como China e India, en la lucha contra el calentamiento global. "No es justo pedir a estos países ahora que no crezcan, como lo ha hecho Occidente durante tanto tiempo, pero además no van a renunciar a ello", reflexionó.
Con 'En Frío', Lomborg quiere reflejar la necesidad de abordar el debate del cambio climático de forma "responsable" y sin dejarse llevar por el catastrofismo. "Si mantenemos la calma, es muy probable que terminemos el siglo XXI con sociedades más fuertes, sin cifras alarmantes de muertes, sufrimiento y pérdidas, con países más ricos y con un medio ambiente más limpio y saludable de lo que ahora podemos imaginar", concluye el autor en el prólogo a su libro.
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