Proyecto de explotación de crudo de la estatal chilena en Venezuela:
El factor Bachelet en el acuerdo Enap - PDVSA
Detractores cuestionan que negativo "efecto señal" político que da Chile a la región es mayor al eventual beneficio económico.El alto riesgo de invertir en el país caribeño fue destacado por los asesores económicos de Bachelet como un factor en contra.
La Presidenta Michelle Bachelet fue la gran impulsora del acuerdo entre Enap y la petrolera venezolana PDVSA. Esto, a pesar de que los ministros de Hacienda, Andrés Velasco; Minería, Karen Poniachik, y de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, se opusieron desde un principio al acuerdo, según confirmaron a "El Mercurio" fuentes vinculadas a esta negociación internacional.
Pese a la reticencia de sus asesores -dos de ellos ministros reconocidos por su capacidad e influencia en el área económica-, la Presidenta ordenó llevar adelante los estudios, que podrían traducirse en un plan de inversiones total por más de US$ 800 millones, considerando desde la etapa de exploración hasta el desarrollo mismo del proyecto y su refinamiento.
| Una de las refinerías de PDVSA en Venezuela, situada en Tia Juana, a 50 km de Maracaibo. El gobierno de Chávez busca socios para procesar petróleo "pesado" en plantas que ese país no tiene.
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Los detractores del pacto argumentan que -pese al atractivo y potencial que genera el acuerdo de exploración y futura extracción petrolera en Venezuela- no se consideró lo suficiente el "efecto señal" político que este pacto implica, ya que se está negociando con un Gobierno reticente al libre mercado y, específicamente, con la compañía que inyecta la mayor cantidad de liquidez a la engrosada billetera del Presidente Chávez.
Además, estiman que Venezuela no da las garantías mínimas de inversión a la empresa nacional, de acuerdo con el destino que han sufrido otras inversiones extranjeras en dicho país.
Bachelet convencida
Pese a esto, la estatal chilena presentó los antecedentes suficientes para convencer de la viabilidad del acuerdo a la Presidenta y para que se iniciaran los estudios de reservas y cuantificación de los yacimientos petroleros. Finalmente, el pacto fue cerrado en la comentada visita de Estado que hizo la mandataria a Caracas .
En la ocasión, el gerente general de la Enap, Enrique Dávila, dijo que la eventual explotación de los yacimientos existentes en el "Bloque 5", ubicado en Ayacucho, beneficiará a ambas partes. Para Chile, podría significar el suministro de un tipo de crudo en el largo plazo y para el país caribeño es una posibilidad de comercializar crudos de la Faja del Orinoco, que sólo pueden ser extraídos si existen refinerías adecuadas, como las chilenas.
Las reservas probadas del bloque alcanzan los 17 mil millones de barriles de un petróleo "pesado". Por ende, se necesitan refinerías especiales para producir derivados. Y éstas están en Chile. Pero la Enap sólo necesita 100 mil barriles al día, lo que abre la puerta para poder exportar la diferencia, si así lo permite la futura negociación.
Si bien el acuerdo fue catalogado como un espaldarazo de Bachelet al gobierno chavista, lo cierto es que el pacto es visto por la Presidenta como una gran oportunidad de negocio.
Esto, sobre la base de que PDVSA tiene varios acuerdos de explotación con extranjeros. Gigantes como Chevron y BP crearon sociedades en que la estatal venezolana tiene el control y éstas no tienen más del 20% .
Por esto, se prevé que una eventual sociedad entre Enap y PDVSA daría a la chilena una participación similar. En Enap declinaron referirse al tema.
Negociación alternativa
Enap no está jugando a una sola banda. La estatal chilena es socia de British Gas (BG) en el proyecto de GNL en Quintero.
En paralelo, la brasileña Petrobras también quiere hacer una planta en GNL en su país. Pero ante el llamado a licitación, no hubo interesados. Como Enap es socia de BG, y ésta tiene pozos de gas en Qatar, la estatal chilena y Petrobrás invitaron a BG a analizar negocios de manera conjunta en Qatar.
Además, Enap está viendo alternativas en Angola.
INVERSION
US$ 800 millones es el total de la inversión potencial prevista en exploración y desarrollo.
Los inicios: De Lagos a Bachelet
El pacto comenzó a fraguarse en abril de 2005, cuando el ex Presidente Lagos viajó a Caracas. En esa ocasión, la CNE firmó un acuerdo de cooperación energética con su par venezolana. Hacia fines del mismo año se acordó efectuar un análisis en conjunto. La conclusión fue categórica: el crudo de la zona del Orinoco sólo puede ser refinado en Chile, dado que es petróleo pesado y las instalaciones de Enap son las únicas que tienen la capacidad de depurarlo. Con esto, los expertos de la estatal chilena concluyeron que la idea de que la estatal explotara una pequeña fracción de la faja del Orinoco era interesante.
Una vez que Michelle Bachelet asumió el gobierno fue informada inmediatamente de las negociaciones y ordenó seguir con las conversaciones, pese a la reticencia de algunos de sus ministros.
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RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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