¿TIENE EL HOMBRE EL PODER PARA ALTERAR EL DESTINO? ¿ES EL DESTINO CONSECUENCIA DE LA MANO DEL HOMBRE?
Asi damos comienzo a un libro en que intentamos poner en el tapete algunos aspectos de los biocombustibles renovables
Las respuestas pueden no ser unívocas, pero lo cierto es que los seres humanos tenemos la capacidad de influenciar ciertos cambios, de alterar ciertos rumbos.
El gran interrogante es ¿somos lo suficientemente prudentes e inteligentes para establecer un límite a nuestro poder de alteración? Y aún más, ¿seremos lo suficientemente "poderosos" para detener las posibles consecuencias adversas de nuestros actos?
La naturaleza se encuentra en constante cambio y el hombre es el artífice de muchos de ellos. Por esto el futuro se vislumbra como un gran interrogante, tan incierto como cercano, tan prometedor como amenazante.
Simultáneamente al crecimiento y avance de la Ciencia y la Técnica, se contrapone la vida humana, especialmente en lo referente a la dignidad del hombre, que se encuentra bajo permanente amenaza.
Esto no solo afecta al hombre como tal, sino que se expande a su entorno.
El hombre se ha sentido, por mucho tiempo, dueño y señor del planeta. Este comportamiento trajo aparejado consecuencias realmente negativas para la naturaleza, que la afectan y que muy probablemente se intensificarán en el futuro.
Frente a esta realidad que nos toca directamente, aunque no lo entendamos así, debemos buscar soluciones, alternativas que nos permitan mejorar la situación actual y evitar males futuros.
En apariencia esta problemática, la crisis ambiental, se nos presenta como lejana. No consideramos que pueda llegar a tener una influencia directa en nuestro diario vivir; además si se tiene en cuenta el ritmo de vida actual, siempre hay algo más urgente que resolver, lo que nos lleva a dejar de lado situaciones sobre las cuales consideramos que tendremos tiempo de solucionar.
Chile debe implementar una Política de Estado en materia de biocombustibles.
CHILE dispone de un gran potencial para la explotación de sus fuentes renovables de energía. Sin embargo, este potencial ha sido escasamente utilizado. Esta situación se debe en particular a condiciones marco desfavorables – a la falta de una Política de estado para la promoción de biocombustibles - y a la falta de competencia en el sector energético.
En total, el sector energético se enfrenta al reto de disminuir su dependencia de la energía fósil a través de una estrategia de diversificación, y de aprovechar en mayor medida las fortalezas de inversión e innovación del sector privado.
Saludos Rodrigo González Fernández, biocombustibles.blogspot.com