Manndatarios alistan sendas giras para sacar ventaja en su
contienda por consolidar su liderazgo en la región
Bush y Chávez salen a la caza de América Latina
Con ofertones económicos, el Presidente de EEUU intentará ganarse el favor de países considerados cercanos por Washington. Mientras, su par venezolano buscará consolidar los aliados que ha ganado con la llamada petrodiplomacia.
La Nación |
Tal como dos tan eximios como enconados ajedrecistas, los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de Venezuela, Hugo Chávez, se aprestan a jugar en el tablero latinoamericano una crucial partida por la preeminencia del liderazgo de sus respectivos proyectos ideológicos en la región.
Bush, férreo detractor del socialismo del siglo XXI que impulsa Chávez, iniciará mañana, jueves, su más largo periplo por América Latina -el cuarto desde que asumió el poder en enero de 2001- que sucesivamente le llevará a Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México. Mientras, el Mandatario venezolano, que rechaza lo que denomina política imperialista de Washington, irá a Argentina y Bolivia, justo cuando el jefe de la Casa Blanca arribe al Cono Sur de América.
Sin embargo, ambos líderes iniciarán sus giras en condiciones y expectativas tan disímiles como sus concepciones políticas.
En el caso de Bush, su viaje significará, en primer orden, una tibia demostración de interés por la región, que quedó relegada a un oscuro puesto entre las prioridades de la política exterior de EEUU tras los atentados del 11-S, centrada desde entonces en la lucha contra el terrorismo y en la obsesión del Mandatario norteamericano por Irak, Irán y el resto de Medio Oriente.
Como un gesto en esa dirección precisamente se inscribió el anuncio que efectuó el jefe de la Casa Blanca el lunes, cuando ofreció una partida de 1.470 millones de dólares para financiar programas de educación, salud, construcción de vivienda y de lucha contra la pobreza en Latinoamérica.
En cuanto a la gira, ésta tendrá un claro fin: establecer una agenda positiva -basada en el diálogo fluido y, sobre todo, en la cooperación económica- con el barrio, reforzando los vínculos con gobiernos considerados próximos a los ideales de la Casa Blanca. Y es que de las naciones escogidas, tres (México, Colombia y Guatemala) son gobernadas por regímenes de derecha, mientras que los restantes (Brasil y Uruguay) promueven proyectos progresistas de corte moderado.
Así, con Brasil Bush sellará una alianza sobre biocombustibles; con Uruguay estrechará los nexos comerciales bilaterales; en Colombia anunciará un incremento sustancial en la ayuda contra el narcotráfico y la guerrilla; en Guatemala compensará con millonarios proyectos de desarrollo al Gobierno, después de haber ayudado a derrotar a Venezuela en la contienda por la silla del Consejo de Seguridad, y en México impulsará el intercambio comercial.
MURO DE CONTENCIÓN
Si bien todos estos ofertones que Bush trae bajo el brazo apuntan en la dirección de atenuar el extendido sentimiento antiestadounidense y el rechazo hacia a su Gobierno, el gran objetivo político del tour es claro: marcar presencia ante la creciente influencia que Chávez ha adquirido en la región a través de su discurso antiimperialista, su rol de promotor de la integración latinoamericana y su atractiva iniciativa de ofrecer petróleo a bajo precio, política que ha sido bautizada como petrodiplomacia.
Para tal efecto, analistas estadounidenses aseguran que, a través de su viaje, la Casa Blanca intentará crear una suerte de muro de contención frente al Mandatario venezolano. Una política de acercamiento con gobiernos de países como Brasil, Uruguay y Colombia sería parte de esa estrategia, basada menos en la confrontación directa que en la construcción de vínculos de conveniencia mutua.
Como era de esperarse, Chávez no se quedó de brazos cruzados ante la jugada yanqui, y levantó una antigira a Bolivia y Argentina, países que no visitará Bush y que acompañan a Caracas en un eje regional alternativo a EEUU.
En tierras argentinas, el líder venezolano consolidará sus nexos con el Gobierno de Néstor Kirchner, mediante la firma -el viernes- de una serie de acuerdos sobre asuntos energéticos. Asimismo, encabezará una megamanifestación en Buenos Aires para repudiar la presencia de Bush en la región, cita a la que invitó a sus colegas de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa.
En este encuentro, Chávez lanzaría la idea de crear una organización de países productores y exportadores de gas de Sudamérica, con Venezuela, Bolivia y Argentina como núcleo, con el fin de contrarrestar la alianza de etanol de EEUU y Brasil. LN
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RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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