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Informes del Servicio Meteorológico del vecino país, anunciaron una ola de frío que se inició ayer y podría mantenerse al menos hasta el sábado, lo que complicará los envíos de gas a nuestro país. Nuevamente un descenso en las temperaturas en Argentina podría repercutir en la estrecha situación energética chilena, al complicar aún más los envíos de gas natural. Informes del Servicio Meteorológico del vecino país, anunciaron una ola de frío que comienza hoy y que se mantendrá al menos hasta el sábado, afectando a gran parte del país.
Este cuadro coincide con un escenario pluviométrico estrecho en Chile, que si bien aún no es alarmante, no puede desestimarse, dijeron autoridades.
Los reportes apuntan a que el descenso de temperatura ha mostrado mayor intensidad en la zona de Buenos Aires, obligando a las autoridades a privilegiar el consumo para calefacción domiciliaria de gas natural, a riesgo incluso de afectar las exportaciones a Chile, tal como se temió el 14 de mayo pasado, cuando un período prolongado de bajas temperaturas hizo peligrar el abastecimiento residencial para Chile.
"Cuando bajan las temperaturas el gas va para la calefacción de los hogares, se le corta a las industrias interrumpibles y a las usinas, es decir no hay gas para la generación eléctrica, y obviamente que Chile también paga las consecuencias", explicó el ex secretario de energía argentino, Daniel Montamat.
La Comisión Nacional de Energía (CNE) señaló que pese a esta situación, prevé que Argentina mantendrá para hoy la inyección de 1,5 millones de metros cúbicos (m3) para la Región Metropolitana, cantidad que satisface sólo el consumo residencial y comercial.
Estimaciones del socio de Electroconsultores, Francisco Aguirre, indican que sumando el gas enviado al resto del país los envíos llegan a 5 millones de m3.
Sin embargo, el consultor cree que esta situación podría llevar a que Argentina no esté en condiciones de cumplir con el compromiso político adquirido en 2006 de mantener los envíos residenciales y comerciales para nuestro país.
"Los analistas predijimos que había que considerar este escenario para análisis futuros de planificación de inversiones, porque Argentina no es un exportador de gas y por eso se llegará a cero envíos en algún momento, porque tampoco se vislumbra un cambio político que haga variar las condiciones de desinversión que frenan su oferta", enfatizó.
A juicio del especialista ya no estamos frente a una situación estacional. "Estas temperaturas corresponden sólo a la llegada del invierno en Argentina, no son un fenómeno extraordinario y si a eso se suma el crecimiento normal de la demanda respecto de año anterior, queda claro que esa demanda se está comiendo el abastecimiento destinado a Chile", aseguró.
En medio del frío, las autoridades trasandinas están en alerta y buscan opciones de respaldo energético. Para hoy se proyecta una mínima de 4 grados celsius en la capital federal, mientras que para el viernes se esperan 6 grados. "El sistema eléctrico argentino está operando en el límite", dijo Montamat. Las proyecciones del regulador de la industria Enargas, el consumo de gas para la zona litoral se dispararía hoy en más de 50% a 11.758 millones de m3 desde los 7.552 millones del miércoles.
Para enfrentar la emergencia, el gobierno trasandino adelanta la vuelta a operaciones de la central nuclear Embalse Río Tercero, detenida desde fines de marzo para su mantenimiento anual.
Precipitaciones: la clave En medio de un gas natural cada vez más escaso, la seguridad de contar con recursos hídricos retoma vital importancia. Algunos expertos consideran que el déficit de precipitaciones que se registra desde la Región Metropolitana y hasta La Araucanía, con excepción sólo de la zona del Bío Bío, podría ser compleja con un escenario de restricciones de gas.
El titular de la Dirección General de Aguas, Rodrigo Weisner, reconoció que a estas alturas del año la falta de lluvias mantiene el registro pluviométrico en niveles en torno a los mínimos históricos. "En la Región del Maule la situación de las precipitaciones está ajustada, los principales embalses, Laja y Maule, están en niveles buenos, en comparación con 2006, aunque no sucede lo mismo, por ejemplo, con el embalse Colbún, que está cerca del mínimo de su capacidad para generar. Sin embargo el sistema permite que frente a esta cierta estrechez no exista riesgo para el sistema", apuntó. Weisner añadió sin embargo, que la incertidumbre se debe a que aún no se sabe si este año se presentará el fenómeno de La Niña, que gatilla la sequía.
Pese a ello, analistas y la industria aún no encienden las alarmas en torno a la seguridad del abastecimiento eléctrico. El presidente el gerente general de la Asociación de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, por ejemplo, estimó que aún es muy pronto para preocuparse por las lluvias, mientras que fuentes de las generadoras aseguraron que se trata de un año normal a seco.
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