Vicentín es la primera cerealera en poner en marcha una gran planta de biodiesel | |
2 | 26.2.2007 | Nacionales | | |
Fuente: El Cronista | |
Pese a la lluvia de anuncios entusiastas del año pasado, la cerealera santafecina Vicentín se convirtió en la primera y por ahora única del país en llevar a cabo una planta de biocombustibles de envergadura. Mientras, las anunciadas por las petroleras están en etapa de análisis. Hace un par de semanas, la compañía completó la fábrica que había comenzado en su localidad oriunda, Avellaneda, al norte de Santa Fe. La planta tiene una capacidad de producción de 70.000 metros cúbicos, lo que equivale a unas 65.000 toneladas, y fue construida por la firma local Servipack. Ello la convierte en mediana, ya que este tipo de emprendimientos comienzan a considerarse grandes a partir de las 100.000 toneladas, de acuerdo con Claudio Molina, director de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno. Hasta ahora, las únicas plantas de biodiesel que se comenzaron a construir son chicas (por debajo de 50.000 toneladas), y, la mayoría de ellas, para autoconsumo. Entre ellas se cuentan las de Oil Fox (en Chabás, Santa Fe), Bionerg (vinculada a la semillera Don Mario, en Chacabuco, Buenos Aires), BioDiesel (en Sancti Spiritu, Santa Fe) y Grutasol (de Soyenergy, en Pilar, Santa Fe). El emprendimiento de Avellaneda, que implicó la reactivación de una planta aceitera en ese lugar que estaba desactivada desde hace doce años, se encuentra realizando los últimos ajustes, mientras espera la aprobación de la Secretaría de Energía para comenzar a operar comercialmente. Pero no es esta la mayor apuesta de Vicentín en este negocio. En alianza con su competidora suiza Glencore, la empresa está levantando otra fábrica en la santafecina San Lorenzo (donde tiene producción aceitera y puerto), que podrá producir 230.000 toneladas. Se trata de un proyecto que también está avanzado, cuya primera parte, correspondiente a la fase de refinación (u obtención de aceite), estará lista en abril, cuando llegue de Alemania la maquinaria que compraron. Para la segunda y última fase, la de esterificación (sobre la que se realiza el biodiesel), habrá que esperar hasta junio. Según fuentes del sector, la inversión total de Vicentín en biocombustibles, con la que alcanzará 300.000 toneladas anuales, ronda los 25 millones de dólares. "Esto nos permite sumar valor agregado con integración vertical", le dijo a El Cronista un directivo de la firma. Hoy, con el precio internacional de la soja por las nubes y el precio local del gasoil encorsetado, la producción de biocombustible para el mercado local es inviable. "Para exportación, los números cierran ahí nomás. Ayuda que el aceite de soja tiene un 24% de retenciones, contra el 5% del biocombustible, que además tiene un 2,5% de reintegro", dice Molina. Tal vez por ello, los proyectos de petroleras, como Repsol, aún no hayan superado la etapa de análisis. Por ahora, la otra planta grande en camino es la de AGD y Bunge, en los alrededores de Rosario, tal vez porque realizan la fase intermedia, la producción de aceite. |
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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