Los precios de cereales en el mercado mundial están subiendo. Los precios del trigo han aumentado un 130% en el periodo de marzo 2007-marzo 2008 . Los precios del arroz aumentaron casi un 17% en el 2007 y aumentaron otro 30% en marzo del 2008. Los precios del maíz subieron un 35% entre marzo del 2007 y marzo del 2008 [1]. En los países que dependen mucho de la importación de alimentos, algunos precios han subido dramáticamente. Las familias pobres ven que suben los recibos de la comida y que no pueden ya hacer frente a los gastos para comprar lo mínimo necesario. En muchos países los precios de los cereales se han doblado o triplicado durante el año pasado. Los gobiernos de estos países están bajo mucha presión para hacer accesible la comida a un precio razonable. El gobierno de Haití ya se ha encontrado con este tema. Y en numerosos otros países (ej. Camerún, Egipto, Filipinas ) están teniendo lugar fuertes protestas.
La crisis actual: una consecuencia de la liberalización de la agricultura
Algunos analistas han estado culpando exclusivamente a los agrocombustibles, a la creciente demanda mundial o al calentamiento global de la actual crisis alimentaria. Pero en realidad, esta crisis también es el resultado de muchos años de políticas destructivas que socavaron las producciones nacionales de alimentos, y obligaron a los campesinos/as a producir cultivos comerciales para compañías multinacionales (TNC) y a comprar sus alimentos de las mismas multinacionales (o a otras ) en el mercado mundial.
En los últimos 20-30 años el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y posteriormente la Organización Mundial del Comercio (OMC) han forzado a los países a disminuir su inversión en la producción alimentaria y su apoyo a los/as campesinos/as y pequeños agricultores, que son las claves de la producción alimentaria. Sin embargo los pequeños productores son los productores claves de alimentos del mundo.
Los donantes internacionales principales muestran la falta de interés en la producción de alimentos. La cooperación al desarrollo de los países industrializados hacia los países en vías de desarrollo ascendió de 20 mil millones de dólares (1980) a 100 mil millones de dólares (2007). La aportación para la agricultura, sin embargo, descendió de 17 mil millones de dólares a 3 mil millones de dólares (2007) [2]. Y la mayor parte de estos fondos probablemente no se destinó a la producción alimentaria basada en los/as campesinos/as.
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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