"Hace cinco años no producíamos un solo litro de alcohol carburante, hoy destilamos 1'200.000 litros diarios más 50.000 de biodiesel. Hay gran entusiasmo y proyectos en marcha que contribuirán al empleo con calidad, a la lucha contra el calentamiento global y a la reinvención de la agricultura [
]. Tenemos 43 millones de hectáreas en pastos y sabanas que nos permiten proyectarnos como una potencia en biocombustibles, sin afectar la seguridad alimentaria y sin destruir un milímetro cuadrado de selva". (Palabras del señor Presidente de la República, en la ceremonia de instalación del Congreso, 20 de julio de 2007).
El anuncio del presidente Uribe que, en cuatro años más (2012), los vehículos fabricados o importados deberán usar biocombustibles y próximamente será obligatoria la mezcla de alcohol carburante en un 20%, tanto para la gasolina como para el diesel de origen fósil, son medidas en medio de un debate que apenas se inicia, tanto en el país como en el concierto internacional. ¿Será cierto que podremos ser una potencia en biocombustibles, sin afectar la seguridad alimentaria y sin destruir nuestros bosques o la selva? ¿Será cierto que a este Gobierno lo anima solamente la reinvención de nuestra agricultura o es sólo el propósito de arrodillarse a las multinacionales de los agrocarburantes?
El mundo, en especial los llamados países desarrollados, tiene una especie de adicción al gas natural y a las energías basadas en el petróleo, y hoy se enfrenta con el reto de generar 147 millones de toneladas de biocombustibles requeridos en los próximos 23 años, no para sustituir el petróleo, sino para compensar el incremento anual en la demanda de éste, con los siguientes cálculos: "De hecho, el atractivo de estos agrocarburantes reside en que pueden prolongar la economía basada en el petróleo [
]. Cuanto más elevado sea el precio del petróleo, más podrá incrementarse el de etanol y seguir siendo competitivo [
]. La crisis energética mundial es una mina potencial de 80 a 100 billones de dólares para las empresas de alimentación y petróleo. No sorprende que no se nos anime a recortar nuestros hábitos de "sobre-consumo"(1). Han dado, pues, la partida en la loca tarea de alternativas al petróleo, con la obtención de etanol a partir de agrocarburantes como el maíz, caña de azúcar, trigo y habas de soja y de biodiesel a partir de la palma (2), impulsando los llamados "megacultivos", con grandes beneficios para las multinacionales y países como Estados Unidos, Brasil, India y China a la cabeza. Bush, en marzo de este año, dentro de esa competencia, creó con Brasil la llamada "alianza del etanol" a la que, desesperadamente, ingresó Colombia.
Para todos, implica unos costes de producción seriamente cuestionados, por la utilización de grandes extensiones de tierra que desplazará a otros cultivos y que podrá llevar a grandes hambrunas, además de la llegada de los gigantes de la biotecnología (Monsanto, Cargill, Sygenta, etc.) con sus crecientes cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM). La selva amazónica, por el lado del Brasil, seguirá siendo destruida a una tasa de 325 hectáreas por año. El bosque en Indonesia, por el auge de la palma para el biodiesel, conlleva una destrucción acelerada, calculada para el 2020 en 16.5 millones de hectáreas, un 98% de su tierra cubierta por la masa forestal. Malasia ha perdido el 87% de su bosque tropical. En general, los campesinos pobres perderán sus tierras, serán expulsados por las grandes plantaciones del "agronegocio".
"Vamos a alimentar vehículos y a desnutrir personas. Hay 800 millones de vehículos automotores en el mundo. El mismo número de personas sobrevive en desnutrición crónica"[3], como una relevante contradicción. El ciclo de los agrocombustibles, como técnicamente se recomienda denominar en lugar de biocombustibles, provocará un aumento de los alimentos. Estudios divulgados el 4 de julio de este año por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO-, indican que éstos tendrán un fuerte impacto en la agricultura entre el 2007 y el 2016; los granos deberán costar entre un 20% y un 50% más, "vamos a alimentar vehículos y a desnutrir personas" porque a la industria automovilística no se le puede tocar, a los pobres sí. En Estados Unidos, todo el maíz para unos o el 60% para otros, está destinado a la producción de etanol, lo que ha provocado un aumento del 30% del precio de los pollos y un 14% de la leche; subirán, además, la carne de bovinos y cerdos, y se encarecerán sus derivados, la leche, la mantequilla y los huevos. En México hubo una movilización popular contra el aumento del 60% del precio de las tortillas de maíz. Los productores de bovinos, porcinos, caprinos y aves, ya se dieron cuenta de sus riesgos e hicieron "lobbies" para que se reduzcan los subsidios a los productores de etanol, para que, así, la fiebre del "nuevo oro agrícola" (agrocombustibles) se traslade a estos países, en especial a Brasil de donde se importará etanol derivado de la caña de azúcar, en lugar de ver afectadas las raciones de maíz para sus animales. Algunos han llamado esto como la expansión del "necrocombustible"[4] por su acción predadora de vidas humanas que aumentará la desnutrición y sobreexplotación de aquellos que aún trabajan como esclavos o semiesclavos en los cañadulzales, y la deforestación transformará grandes bosques en extensos cañaverales.
Según la multinacional DU PONT[5], se debe adelantar un serio debate entre el equilibrio del abastecimiento alimentario y el abastecimiento energético, puesto que la demanda de etanol siempre excederá la producción de maíz para su conversión en Estados Unidos, por lo que se necesitará utilizar tierras marginales allá, o motivar a otros países a complementar esa producción con caña de azúcar o celulósicos en investigación (yuca, papa, etc.).
La carrera continúa entre nosotros. Hace cinco años, Colombia tenía 160 mil hectáreas de palma para la producción de biodiesel, hoy tiene 400 mil que, por ser un cultivo de tardío rendimiento, goza de grandes ventajas. El presidente Uribe, en la inauguración de la primera planta en el departamento del César, perteneciente al grupo empresarial Hacienda Las Flores (Oligoflores), dijo: "quien produzca hoy alcohol carburante, biodiesel [
] no pagará IVA ni impuesto global al combustible"[6], además, con la posibilidad de gozar de zonas francas con el pago del sólo 15% de la tarifa de renta, créditos de más largo plazo y con menores tasas de interés. De esta manera, se incentivará la fiebre del "nuevo oro agrícola" y se comprometerán aquellas grandes extensiones de tierra hoy ocupadas por la ganadería y la agricultura. Y, ¿quiénes llegarán? Las Corporaciones multinacionales del "agronegocio" con el poder de controlar y determinar políticas públicas a favor de sus negocios y sus operaciones, en desmedro, incluso, de la soberanía alimentaria, caso de Brasil donde Bayer impuso el maíz trasgénico ( aíz Liberty Link), modificando la legislación porque "los gobiernos de toda la región no poseen la capacidad ni la decisión política de frenar los avances de las grandes corporaciones del agronegocio y, muy por el contrario, actúan en complicidad con sus intereses y estrategias"[7]
El presidente Uribe ofrece 43 millones de hectáreas en pastos y sabanas para los agrocombustibles, "sin afectar la seguridad alimentaria y sin destruir un milímetro cuadrado de selva". Hectáreas dispersas en todo el país, parte de ellas en el Magdalena Medio. Pero veamos lo que advierte el ingeniero civil Eduardo Bravo[8] del programa de Control de Inundaciones en el Medio y Bajo Magdalena. Los monocultivos de palma y cañadulzales arrasarán con los mangos, las naranjas o las guayabas, se acabará con la pesca y las lecherías y, en poco tiempo, volveremos a recorrer esos campos con un jugo de naranja importado, un atún en lata y leche en tetrapak, y el bocachico lo comeremos de los importados de Argentina; las arepas, el guarapo o la aguapanela serán artículos del pasado; nos pasará lo del Rey Midas, que todo lo que tocaba se convertía en oro, hasta los alimentos; los palmicultores y azucareros han invadido las ciénagas, humedales y llanuras de inundación que servían para mitigar las crecientes e inundaciones de los ríos y, hoy, ellos mismos reclamarán al Estado obras de protección, como también se quejarán de haber roto los ecosistemas y no soportarán las plagas de insectos. Esos cultivos a gran escala producirán desplazamientos de pequeños propietarios y parceleros, que ya no llegarán a las plazas de mercados, sino que irán a mirar la estantería de los supermercados llenos de importados.
Desde la bancada del POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO promoveremos y prepararemos una gran cruzada de debate y alinderamiento político a favor de la defensa de la humanidad y en contra de la deforestación y la mayor hambruna, cruzada a la que invitaremos al sector académico y a los movimientos defensores del medio ambiente. Mientras tanto, escucharemos en el Capitolio las cartillas que editarán en la Casa de Nariño, para que la reciten sus seguidores. Nosotros le cumpliremos al país y a la historia con el debate de los agrocombustibles.
[1] Periódico Le Monde Diplomatique, Los cinco mitos de la transición hacia los agrocombustibles", Junio de 2007
[2] http://espanol.gropus.yahoo.com/Argos-Internacionalenlared. ¿Alimentos o Combustibles?. Social....Argos: Junio 23 de 2007
[3] Frei Bretto, escritor Portugués, autor del Diario del Poder ( Rocco), artículo publicado en el Diario Estado de Minas
[4] http://espanol.gropus.yahoo.com/Argos-Internacionalenlared Obrero:Necrocombustibles, Julio 21 de 2007
[5] Periódico El Colombiano. Jhon Bedbrook Vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Du Pont Agricultura y Nutrición, Mayo 26 de 2007 pag 18A
[6] www.presidencia.gov.co SNE Palabras del Presidente Uribe al inaugurar planta de biodiesel en Codazzi, Julio 8 de 2007
[7] http://espanol.gropus.yahoo.com/Argos-Internacionalenlared Campesino
Argos: Junio 27 de 2007
[8] Bravo, Eduardo. La Fiebre de los biocombustibles. Asesor de la UN para el convenio con Cormagdalena en el programa de Control de Inundaciones en el Medio y Bajo Magdalena.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Renato Sánchez 3586 of. 10
Telefono: 2084334- 5839786
santiago-Chile
www.consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.biocombustibles.blogspot
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