Biocombustibles: Minagri espera tener a fin de año marco regulatorio
Ministro Álvaro Rojas finalizó gira por Alemania con su similar de ese país para la cooperación bilateral en el desarrollo de biocombustibles en Chile.
Como una experiencia clave para el desarrollo en Chile de los biocombustibles y una clara muestra de la urgencia en la diversificación de la matriz energética hacia el 2010, calificó el ministro de Agricultura, Álvaro Rojas, la gira realizada por Alemania.
El secretario adelantó que espera que entre diciembre y enero próximos, puedan entregar una propuesta de marco regulatorio a la Presidenta Michelle Bachelet, para que el proyecto que regulará el uso de los biocombustibles y que establecerá algún tipo de incentivos, vaya a tramitación al Congreso a inicios del 2007.
Esta normativa es clave para asegurar la puesta en marcha y operativa de esta fuente energética.
Al momento de efectuar un balance de su gira por Alemania, el ministro destacó el compromiso adquirido por su par germano, Horst Seehofer, relativo a entregar, durante noviembre un documento formal en el que se detallarán los términos de referencia para la cooperación germana en el desarrollo de biocombustibles.
Dijo, además, que la visita sirvió para verificar el interés de empresarios nacionales y alemanes en invertir en este tema en Chile.
Dos etapas
Rojas señaló que la gira se insertó dentro de una agenda de trabajo fundamental para el Minagri que considera dos etapas: una de concientización, adopción tecnológica, y fijación de un marco regulatorio; y una segunda referida a producción propiamente tal, donde se generen diversas variedades de granos con un alto contenido de almidón para la fabricación de etanol o de aceite en el raps para el caso de los biodiésel.
Con esta agenda en carpeta, el titular de Agricultura se mostró optimista respecto de poder utilizar hacia 2.010, ya sea etanol o biodiésel, en mezclas con gasolinas y diésel en un porcentaje de al menos 2 a 3% del parque automotriz.
“Esto contribuiría de manera importante al proceso de descontaminación de Santiago y a la meta establecida por la Presidenta en orden a satisfacer un 15% de la demanda energética nacional con fuentes renovables en el mediano plazo”, acotó.
El ministro destacó también las amplias ventajas productivas que presenta nuestro país en relación a otras naciones como Alemania. “Para el caso del raps, si en Alemania se obtiene un promedio de 1.300 lts. de biodiésel por hectárea, en Chile está cifra se amplía a los 1.500 lts. por hectárea, debido a la mayor cantidad de aceite contenido en nuestras variedades”, añadió.
Rojas adelantó que para el caso chileno, la producción de biocombustible deberá ser de primera generación. Esto significa que en el caso del Biodiésel, éste se producirá por la “transesterificación” de los aceites vegetales provenientes de la soya, raps, maravilla, algodón, etc., que se mezclan con un alcohol (metanol o etanol) en presencia de un catalizador (soda cáustica).
Los biocombustibles de segunda generación, en tanto, se obtienen de biomasa lignocelulósica (materias como rastrojos, pastos, residuos de madera y desechos silvícolas y vegetales). Sin embargo, esta tecnología aún requiere de un período de 10 años de estudio para poder implementarla de forma masiva y eficaz en Chile.
Para la autoridad de Agricultura, es relevante considerar que la producción de etanol o biodiésel tendrá la capacidad de dar un nuevo aire a la agricultura local, al permitir que cerca de 60 mil hectáreas de maíz o 60 mil de raps, puedan ser usadas para producir el 10% de la bencina o parte del diésel que se utiliza actualmente. “Esto claramente puede dar un nuevo aire a la agricultura de la zona centro sur del país”, finalizó.
Ministro Álvaro Rojas finalizó gira por Alemania con su similar de ese país para la cooperación bilateral en el desarrollo de biocombustibles en Chile.
Como una experiencia clave para el desarrollo en Chile de los biocombustibles y una clara muestra de la urgencia en la diversificación de la matriz energética hacia el 2010, calificó el ministro de Agricultura, Álvaro Rojas, la gira realizada por Alemania.
El secretario adelantó que espera que entre diciembre y enero próximos, puedan entregar una propuesta de marco regulatorio a la Presidenta Michelle Bachelet, para que el proyecto que regulará el uso de los biocombustibles y que establecerá algún tipo de incentivos, vaya a tramitación al Congreso a inicios del 2007.
Esta normativa es clave para asegurar la puesta en marcha y operativa de esta fuente energética.
Al momento de efectuar un balance de su gira por Alemania, el ministro destacó el compromiso adquirido por su par germano, Horst Seehofer, relativo a entregar, durante noviembre un documento formal en el que se detallarán los términos de referencia para la cooperación germana en el desarrollo de biocombustibles.
Dijo, además, que la visita sirvió para verificar el interés de empresarios nacionales y alemanes en invertir en este tema en Chile.
Dos etapas
Rojas señaló que la gira se insertó dentro de una agenda de trabajo fundamental para el Minagri que considera dos etapas: una de concientización, adopción tecnológica, y fijación de un marco regulatorio; y una segunda referida a producción propiamente tal, donde se generen diversas variedades de granos con un alto contenido de almidón para la fabricación de etanol o de aceite en el raps para el caso de los biodiésel.
Con esta agenda en carpeta, el titular de Agricultura se mostró optimista respecto de poder utilizar hacia 2.010, ya sea etanol o biodiésel, en mezclas con gasolinas y diésel en un porcentaje de al menos 2 a 3% del parque automotriz.
“Esto contribuiría de manera importante al proceso de descontaminación de Santiago y a la meta establecida por la Presidenta en orden a satisfacer un 15% de la demanda energética nacional con fuentes renovables en el mediano plazo”, acotó.
El ministro destacó también las amplias ventajas productivas que presenta nuestro país en relación a otras naciones como Alemania. “Para el caso del raps, si en Alemania se obtiene un promedio de 1.300 lts. de biodiésel por hectárea, en Chile está cifra se amplía a los 1.500 lts. por hectárea, debido a la mayor cantidad de aceite contenido en nuestras variedades”, añadió.
Rojas adelantó que para el caso chileno, la producción de biocombustible deberá ser de primera generación. Esto significa que en el caso del Biodiésel, éste se producirá por la “transesterificación” de los aceites vegetales provenientes de la soya, raps, maravilla, algodón, etc., que se mezclan con un alcohol (metanol o etanol) en presencia de un catalizador (soda cáustica).
Los biocombustibles de segunda generación, en tanto, se obtienen de biomasa lignocelulósica (materias como rastrojos, pastos, residuos de madera y desechos silvícolas y vegetales). Sin embargo, esta tecnología aún requiere de un período de 10 años de estudio para poder implementarla de forma masiva y eficaz en Chile.
Para la autoridad de Agricultura, es relevante considerar que la producción de etanol o biodiésel tendrá la capacidad de dar un nuevo aire a la agricultura local, al permitir que cerca de 60 mil hectáreas de maíz o 60 mil de raps, puedan ser usadas para producir el 10% de la bencina o parte del diésel que se utiliza actualmente. “Esto claramente puede dar un nuevo aire a la agricultura de la zona centro sur del país”, finalizó.
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